Los Orígenes de los Salones Refractarios
La idea de los salones
refractarios se remonta al año 1998, cuando Quico Rivas, al frente del
colectivo editor del periódico “anarcofuturista” Refractor, organizó un I
Salón Refractario en una bodega de las Vistillas matritenses, cara a
subvencionar la mencionada publicación, cuyo primer número llevaba
impresa en primera página la consigna: “La Idea es la Acción”. Al año
siguiente se celebró en la galería Moriarty un II Salón Refractario, con
gran afluencia de artistas y que tuvo considerable eco en la prensa.
Divididos en dos columnas, participaron finalmente más de 100 artistas
muy diferentes entre sí, pero todos ellos con una cierta inquietud
política y social de inspiración libertaria, para contribuir al
sostenimiento del periódico y recaudar fondos destinados a las
organizaciones de apoyo y solidaridad con los numerosos presos
anarquistas secuestrados en los penales españoles. La muestra llevada a
cabo por la Primera Columna de estos artistas se organizó bajo las
consignas: “¡Hermanxs anarquistas: Un invierno más y los aplastamos!
¡Camaradas: no ahorrad pintura!”. Por su parte, la Segunda Columna
mostró que “El arte por el arte es una huevonada
De Basurarte al Salón del Carbón
Durante el año 2003 los
trabajadores de Ferroser, la contrata de basuras del ayuntamiento de
Tomares (Sevilla), regido por una alcaldesa del PSOE “cuyo nombre CNT no
quiere recordar”, llevaban en huelga indefinida cuatro meses y medio,
la más larga de la historia de Andalucía desde la guerra incivil, una
lucha sostenida exclusivamente por la CNT frente a la actitud represiva
de la empresa y del Consistorio tomareño, ante la indiferencia absoluta
de los sindicatos domésticos (CCOO, UGT) y de las autoridades políticas.
En el mes de Julio, y
como último recurso para llamar la atención sobre su situación
desesperada, cinco de estos trabajadores deciden encerrarse en la
iglesia de la Magdalena, en el centro de Sevilla y se declaran en huelga
de hambre hasta el final. Esta medida extrema dejaba clara la entereza
de los trabajadores que sirvió finalmente para romper el cerco de
silencio mediático que les rodeaba.
A los quince días de la
huelga hambre, una serie de artistas sevillanos se ofrecieron a hacer
algo a favor de los huelguistas, y así fue como el día 23 de julio,
delante de las puertas de la iglesia de la Magdalena, sobre unas
precarias estructuras de madera construidas por los propios compañerxs,
se inauguró Basurarte, una exposición solidaria en la que participaron
más de 50 artistas.
Basurarte concitó un
gran interés por parte del público y de los medios de comunicación. El
sábado 23 de Julio el diario ABC de Sevilla le dedicó casi una página
titulada: “La caja de resistencia hecha con cuadros. Artistas andaluces
apoyan a los trabajadores de la basura de Tomares”. Y el Diario de
Sevilla del mismo día publicaba una amplía crónica -”El arte pone fin a
“la conspiración”- informando que “justo la tarde en que los
trabajadores de la limpieza de Tomares aceptaron en asamblea las
condiciones negociadas con Ferrovial por sus representantes, se inauguró
una particular exposición a las puertas del templo que ha sido su casa
durante tantas semanas bajo la consigna: “La basura no está en los
contenedores, está en la política”.
Una vez ganado el
conflicto, Basurarte se colgó como página web y, a lo largo de más de un
año, el producto de la venta de aquellas obras de arte contribuyó a
pagar los numerosos gastos derivados del mismo: propaganda, multas,
juicios en magistratura, etc.
La huelga de Tomares
supuso un punto de inflexión en la historia reciente de la CNT en
Sevilla, así como una demostración práctica de que los métodos de lucha
anarcosindicalistas, negociación directa sin comités de empresa ni
liberados sindicales así como rechazar todo tipo de subvención,
evidenció la estrategia sindical de la CNT.
Desde entonces, la CNT
de Sevilla ha protagonizado numerosos conflictos: Azafatas y azafatos de
tierra del AVE, limpieza de la Universidad Hispalense, Grúa Municipal
de Sevilla (Aussa), Mercadona, Plus Supermercados, etcétera, todos ellos
largos, sonados y victoriosos. La caja de resistencia se ha demostrado
como uno de los instrumentos más eficaces para sostener la lucha de los
trabajadores. El Salón del Carbón, que vino a realizarse a continuación,
se demostró como una iniciativa viable y efectiva encaminada a la
solidaridad con los numerosos conflictos laborales en los que CNT jugó
un destacado papel de lucha.
A la llamada del
sindicato anarcosindicalista y de la revista de arte anarquista La
Infiltración respondieron más de 150 pintores, escultores, dibujantes y
fotógrafos de prácticamente toda la geografía española, así como
artistas portugueses, mexicanos, holandeses, norteamericanos, etc. En
esta amplia nómina se encontraban algunos de los artistas más
renombrados y cotizados de la actualidad: Alberto García Alix, Patricio
Cabrera, Miguel Ángel Campano, Chema Cobo, Nacho Criado, Ricky Dávila,
Alonso Gil, Federico Guzmán, Abrahán Lacalle, Rogelio López-Cuenca,
Herminio Molero, Bernardo Pérez, Manolo Quejido, Paco Reina, Pedro G.
Romero, Juan Ugalde, Federico Guzman, Alonso Gil, Victoria Gil o Luis
Claramunt, entre muchxs otrxs. Pero lo verdaderamente importante y lo
que queremos resaltar fue la actitud combativa y solidaria de todos
ellos en un mundo, como el del arte, regido por la especulación y los
intereses comerciales.
Durante los meses de diciembre y enero de 2005 y 2006, todas las
obras permanecieron expuestas en La Carbonería, legendario local
sevillano dedicado al arte flamenco y las artes plásticas y poéticas,
celebrándose al final una gran subasta en directo, en la que el precio
de salida de todas las obras a subastar estuvo muy por debajo de su
valor en galerías de arte.
Con gran afluencia de público y buenos resultados económicos, el
Salón del Carbón demostró cómo el arte puede contribuir, como
instrumento político, a sostener la lucha de los trabajadores e impedir,
contribuyendo a su Caja de Resistencia, que la sofoquen por falta de
recursos económicos.
“Hasta
mil doscientas personas asistían anoche a La Carbonería, para inaugurar
el Salón del Carbón, una exposición solidaria organizada por la CNT y
la revista La Infiltración, cuyos beneficios se destinarán a la caja de
resistencia del sindicato anarcosindicalista. En un ambiente caluroso y
entusiasta los asistentes disfrutaron de las actuaciones de Emiliano
Domínguez, hijo del Cabrero, y cantautor de mucho futuro, también el
grupo Moakara actuó desinteresadamente como contribución a esta causa. Hoy,
tanto en La Carbonería como en la sede de la CNT, no se ha parado de
recibir llamadas de artistas de todo el país interesados en sumarse al
Salón del Carbón, cuya página web es www.salondelcarbon.be” –recogía una nota de prensa.
La Escoria, V Salón Refractario
Bajo el subtítulo de “Lo
que queda cuando todo se quema”, en junio de 2009, a cien años de la
Rosa de Foc que reventó Barcelona e inspiró luego la sentencia
surrealista “la mejor iglesia es la que arde”, apareció el periódico La
Escoria, hija de La Infiltración y sobrina del Refractor. “Las columnas
son el arte”, se afirmaba –en referencia a las columnas de milicianxs
libertarixs combatientes durante la Revolución española del 36– en un
artículo que renegaba de la cultura como mercancía y del artista como
estrellona y elite de ese espectáculo –“¡Que revienten los artistas!”–, y
animaba a una acción colectiva y una poética de la realidad en pos de
la fusión, tantas veces postergada, del arte con la vida. En el espacio
Cruce de Madrid se celebró el V Salón Refractario, que en esta ocasión
sirvió para recaudar fondos destinados a costear diversas publicaciones
de investigación histórica del anarquismo, como fue el caso del libro La Barcelona de la dinamita, el plomo y el petróleo.
VI Salón Refractario
El objetivo del VI Salón Refractario que se celebró en Granada durante el mes de noviembre de 2012, fue apoyar un medio de comunicación libre y autogestionado por las personas y para las personas. Se trata del primer proyecto de radio libre de envergadura que se intenta llevar a cabo en esta ciudad, y que responde al nombre de Radio Almaina, “La onda invisible de Granada”, que ya emite en el 107.1 de la F.M. granadina y en www.radioalmaina.org para todo el planeta. Los beneficios del VI Salón Refractario fueron destinados a este proyecto, a través de la venta de obras aportadas por los artistas participantes.
El objetivo del VI Salón Refractario que se celebró en Granada durante el mes de noviembre de 2012, fue apoyar un medio de comunicación libre y autogestionado por las personas y para las personas. Se trata del primer proyecto de radio libre de envergadura que se intenta llevar a cabo en esta ciudad, y que responde al nombre de Radio Almaina, “La onda invisible de Granada”, que ya emite en el 107.1 de la F.M. granadina y en www.radioalmaina.org para todo el planeta. Los beneficios del VI Salón Refractario fueron destinados a este proyecto, a través de la venta de obras aportadas por los artistas participantes.
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